¡Organízate!
Llevar control de tus deberes es fundamental para ser una persona productiva. Organizarte con ayuda de una lista de tareas te permite desarrollar disciplina y optimizar el tiempo que inviertes en cada actividad; además, disminuirás el estrés o ansiedad que el cúmulo de cosas por hacer te pueda generar. Adicionalmente, otro gran beneficio de este hábito es que obtendrás resultados de mejor calidad y con mayor eficiencia.
Ahora bien, te preguntarás: ¿Cómo puedo lograr esto?
¡Súper fácil! Solo necesitas disciplina, dedicación y constancia.
- Prioriza las tareas más importantes y las urgentes. Algunas no requieren de tanta atención y el tiempo que gastamos en ellas podemos invertirlo en las más relevantes.
- Evita hacer multitarea. Creemos que así logramos acabar con varias asignaciones al tiempo, pero esto es mentira; en realidad estamos saltando de una a otra sin terminar nada por completo. Enfocarte en una tarea a la vez te permitirá concentrarte más y acabarla más rápido.
- Utiliza una agenda. Puede ser digital o física pero es importante que lleves un registro de lo que debes hacer e ir señalando lo que ya está terminado. Es importante que desde la noche anterior o antes de iniciar tu jornada hagas una lista de las cosas que debes hacer durante el día. Asimismo, si deseas llevar mayor control puedes también planificarte semanalmente.
- Contabiliza cuánto tiempo le presupuestas a cada actividad y cuánto te toma en realidad. Para esto último existen diferentes métodos de distribución del tiempo que con mucho gusto te puedo compartir más adelante.
- Alístate. Levántate, tiende tu cama, dúchate, desayuna. Estar en casa, echado en la cama y sin bañarte puede hacerte sentir pereza o darte sueño; pero si mental y físicamente te preparas para comenzar el día todo será mucho más fácil.
- Evita las distracciones. Procrastinar con las redes sociales es muy fácil, por eso debes intentar alejarte de ellas lo más que puedas. Deja tu celular en una habitación diferente, desactiva el internet y datos o restríngete el acceso a las aplicaciones que consideres más te distraen.
- Descansa. No todo es trabajo. Establecer tiempos de reposo también es importante, de nada sirve dormir si no estás descansando en verdad. Durante el día entre actividades tómate pequeños breaks para despejar la mente y oxigenarte, y al final de la jornada intenta meditar o hacer alguna actividad de esparcimiento.
Prueba desarrollar hábitos poco a poco, pero como te dijimos arriba: con disciplina, dedicación y constancia y verás cómo te conviertes en una persona más eficiente y productiva. Te sentirás mejor contigo mismo y rendirás mejor en tu día a día. ¡Inténtalo y verás que no te estamos mintiendo!